Si te estás preguntando ¿qué es la meditación? A continuación te lo explico para sacarte de dudas y te ayude a entenderlo mejor si deseas iniciarte en esta maravillosa práctica.
La meditación es una herramienta para poder entrenar tu mente y no dejar que se distraiga con los pensamientos, las emociones o sensaciones que surgen en el momento, y así poder permitirte llegar a un estado de conciencia superior.
La meditación es un regalo para el alma
O como decía Krishnamurti: «una a de las artes mayores de la vida, tal vez el arte supremo».
La meditación correctamente practicada es una herramienta para dirigir tu atención hacia tu interior para explorar y experimentar niveles más profundos de la mente, niveles más calmados de la conciencia. Nuestra mente se asiente en el interior, más allá del pensamiento, en el nivel más silencioso y tranquilo de la conciencia – nuestro yo más profundo.
Cuando meditas te sientes profundamente relajada, pero no dormida, estás despierta, y no estás centrada en nada particular, no estás pensando en algo específico pero estás en total alerta, es un estado muy curioso y placentero. En este estado meditativo el cuerpo logra un profundo estado de reposo, más profundo que en el sueño.
La meditación es un espacio de calma, amor, paz que te ayuda a conectarte con tus emociones, tu corazón, tu divinidad, tu fuente de creación y tu más profundo ser
Cuanto más prácticas más experimentas poder aquietar tu mente dejando fluir los pensamientos sin apegarte a ellos, sin que te dominen. Aprendes a dejarlos pasar como si cayeran en un río lleno de agua y se los llevará la corriente.
En ese momento es cuando sientes esa paz profunda de conexión contigo misma, con tu propia esencia. Esto te ayuda a conectar con tu verdad, luego puedes tomar mejores decisiones y actuar en dirección a la vida que deseas vivir.
Cuando meditas prestas atención plena a como te sientes, y eso te ayuda a identificar tus necesidades y ha dejarte guiar más por tu corazón, por lo que sientes, y no por lo que te dicta la sociedad o cultura donde naciste.
Tienes un mayor control sobre quien realmente eres y que deseas hacer con tu vida, sin que nada, ni nadie externo a ti pueda influenciarte. Además. meditar te hace sentir una inmensa gratitud, siendo capaz de observar y apreciar tu vida conscientemente en el aquí y ahora.
Meditar te ayuda a poder descubrir y conectar con tu verdadera naturaleza. Clic para tuitear
Pero no siempre es fácil
Hay personas que intentan dejar de pensar, cosa que es imposible, o dejar la mente en blanco, imposible también. Eso son falsos mitos que son imposibles de realizar, y no son para nada la intención de la práctica de la meditación.
Hay a quien le cuesta mucho meditar. No encuentra el momento para hacerlo y cuando lo hace lo pasa fatal, le cuesta desapegarse de los pensamientos y simplemente observarlos. Le parece imposible poder hacerlo, y lo vive más bien como algo que le incomoda, sintiendo una lucha interna de pensamientos que van y vienen.
Si eso te pasa a ti, debes saber que es bastante normal, todas las personas, en mayor o menor grado pasan por eso, forma parte del proceso de meditar. Simplemente debes ser constante en tu práctica, aunque te sea difícil y pienses que no logras nada, porque en realidad si estás logrando mucho aunque no te lo parezca.
La meditación no tiene un destino final, sino es una práctica que tiene su proceso, su camino de aprendizaje y descubrimiento de ti misma, y ese camino es el destino final.
Todo ese ruido mental que sientes que no te deja relajar viene de tu mente, la cual se resiste a aquietarse y a que la dejes de escuchar. Pero a medida que vayas practicando aprenderás a como dejar de hacerlo, empezarás a dejar de identificarte con ella, y conectar más con la esencia de quien eres tú. Por tanto ese ruido mental forma parte del proceso de aprendizaje de meditar.
La meditación es una herramienta que te ayuda a conocer quien realmente eres.
También hay que tener en cuenta que la práctica de la meditación puede hacerte revivir cosas del pasado, traerte memorias que las tenías en el subconsciente, y hacerte entonces vivir un mal momento. Si eso pasa, es importante que lo observes sin juzgar, ni analizar, y dejes que fluya.
Pero si te resulta muy incómodo, y te sientes realmente mal cuando meditas, pide ayuda a alguien preparado para poder guiarte en este camino, ya que no se trata de dejar de meditar por eso, si no más bien utilizar la meditación como herramienta que te ayude a sacar bloqueos, y también a liberar emociones, pensamientos y creencias para poder conocerte mejor sin identificarte con todo eso.
Personalmente experimenté esto cuando estuve enferma de Fibromialgia. Es cuando empecé a meditar, sin ser muy consciente de lo que hacia, para poder escuchar mi cuerpo, las sensaciones, entender que me estaba pasando. El dolor en mi cuerpo era muy intenso, y la meditación me ayudó a poder trascender ese dolor, hallando las emociones que me lo causaban.
La meditación está al alcance de todos
No toma mucho tiempo o esfuerzo, y todo el mundo puede quedarse quieto en silencio. Incluso si es solo por un minuto.
Hay muchas maneras distintas de meditar, ninguna es mejor o peor que otra, simplemente tienes que probar y experimentar que tipo de meditación te funciona mejor y te ayuda a llegar a ese momento de paz y de conexión contigo misma y con tu ser.
Hay distintas formas y técnicas de meditación. No importa la técnica que elijas, el secreto de la meditación está en desarrollar, enfocar y dirigir tu conciencia.
Si nunca has meditado antes,o quizás no eres capaz de ser constante en tu práctica y la acabas dejando, intenta empezar tu día con ejercicios de Mindfulness, son fáciles de hacer y te toman solo unos minutos.
Los beneficios de la meditación
Hay varios estudios que confirman los increíbles beneficios físicos, mentales, emocionales y espirituales que tiene la meditación. A continuación de comparto algunos:
- Calma tu sistema nervioso.
- Aumenta la producción de serotonina.
- Te ayuda a focalizar tu atención en una sola cosa ya que aprendes a estar más presente en el aquí y ahora.
- Aumenta la claridad.
- Mejora la salud general
- Aumenta tu vibración energética.
Cualquiera puede meditar. ¡Solo tienes que quererlo!
Como cualquier práctica, debes hacerla para lograr resultados. Puede ser difícil comenzar una práctica de meditación porque parece muy extraño en comparación con lo que se nos enseña a hacer en general.
Pero tengo buenas noticias: meditar es mucho más simple de lo que pensamos. Comenzar tu práctica requiere solo tu disposición. Tu deseo de experimentar algo nuevo es todo lo que necesitas para emprender un nuevo camino.
Si deseas empezar a meditar diariamente unos minutos, te recomiendo Medita 7Días:
En Medita 7Días te cuento más cosas como las posturas de meditación, qué son los mantras, y te comparto 7 meditaciones para que practiques los conceptos básicos de la meditación. Más info aquí>>
Cuando meditas no hay que intentar nada, ni querer cambiar nada, es simplemente estar atenta en el aquí y ahora, observar, y dejar pasar, recordando que el destino final es el camino.
Con la práctica, vivirás todo lo que te ocurre a diario desde un espacio de paz, gratitud y serenidad, y por tanto te sentirás más feliz. No importa cuales sean las circunstancias a tu alrededor, podrás reaccionar con esa paz interna que consigues con una práctica espiritual diaria reduciendo los niveles de estrés.
Una vez consigues aquietar tu mente y sentir esos momentos de serenidad entre pensamientos, meditar será uno de las cosas que más desees hacer.
No olvides que somos seres espirituales teniendo una experiencia en un cuerpo físico, por tanto meditar es un regalo que nos hacemos para poder vivir esta experiencia con amor y serenidad recordando quien realmente somos.
Tómate unos minutos para respirar y conectar con tu centro.
Namasté,
Si crees que a alguien que conoces le puede interesar leer acerca de esta información, no dudes en compartírsela. Contra más personas meditemos, más cosas buenas pasarán para el mundo, la humanidad, y también para ti misma.
«Medita para aprender a estar presente,
y que no se te pase la vida volando sin haber estado»
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