Aprender a no hacer nada, sobretodo cuando haces, haces y te pierdes en el hacer, es crucial para crear ese momento de paz, bienestar y gozar de la tranquilidad de no hacer nada.
Dime, ¿cuándo fue la última vez que no hicistes nada?
Me refiero a absolutamente no hacer nada (mirar la tele no vale), sólo por unos minutos…simplemente sin hacer nada, ¿puedes pensar en algún momento? No eres capaz, ¿verdad? porque seguramente siempre estás haciendo algo, y no eres la única. Hoy en día vivimos continuamente ocupados, y a veces, no sólo haciendo una sola cosa, sino más de una a la vez.
Una puede pensar que es fácil, que simplemente se trata de tumbarse y ya está. Pero puede que estés demasiado ocupada para hacerlo a menudo, y cuando lo haces, posiblemente tu mente esté en otras cosas. Y es que relajarse y disfrutar de la nada es todo un reto, eso es lo que yo he experimentado.
Cuando te tomas un momento para no hacer nada siendo consciente, es un momento para contemplar, para detenerse y tomar conciencia de ese preciso momento, del aquí y ahora, sin hacer nada, simplemente estás sintiendo lo que está ocurriendo sin juzgar ni analizar, y sin desear que sea diferente. Es un momento para sentir y estar contigo misma.
La realidad es que vivimos pensando que lo que hacemos es poco, así que no hacer nada nos puede parecer estar perdiendo el tiempo
Parece que todo en nuestra sociedad se mide por productividad alcanzada, y nos pensamos que lo que hacemos es poco, sobretodo cuando nos comparamos con los demás. Así pues estamos constantemente produciendo, eso nos lleva a estar continuamente ocupadas y sentir y pensar que:
- Todo es para ayer y urgente, y eso nos crea estrés.
- Nos puede hacer sentir que lo que hacemos nunca es suficiente, por tanto nuestro nivel de autoestima baja.
- Nos puede hacer olvidar lo realmente importante, y acabamos haciendo un sin fin de cosas, muchas a la vez, que no nos acaban llevando hacia donde realmente deseamos.
- Nos hacen perder el presente, ya que constantemente estamos proyectando listas largas de todo lo que debemos hacer, olvidándonos de disfrutar el presente.
- Tanto hacer disminuye tu calidad de vida, ocasionándote estrés, y puede que varios síntomas de dolencias en tu cuerpo, como dolores de espalda, cervicales, de cabeza… Puede alterar tu sueño también, o ser este de poca calidad.
El tomar conciencia de que puede que tu vida se esté perdiendo en el hacer, hacer y más hacer, es un primer paso. Luego es importante que pares, ahora mismo si puedes, o busques el momento para hacerlo, al menos una vez al día, y no hagas absolutamente nada.
¿Te das permiso para no hacer nada?
¿Para simplemente estar contigo misma sin analizar, sin juzgar, solo contemplando el momento presente, sin tener que hacer nada, ni ir a ningún sitio?
Hacer nada puede parecerte una pérdida de tiempo, pero si aprendes a hacerlo bien, se convierte en una forma de arte.
A continuación te indico cómo empezar y, puede que te ayude a mejorar tu vida, reducir el estrés y ser más productiva cuando hagas algo.
¿Cómo empezamos a no hacer?
Para evitar que te abrumes queriendo hacer demasiado nada en una sola vez, ves despacio, ya que no hacer nada, cuando no estás acostumbrada, puede ser abrumador.
Al inicio dedica sólo unos minutos, por ejemplo 5. Es importante que encuentres un momento y un lugar donde no haya muchas distracciones, ni mucho ruido, ni muchas personas que te molesten. Un lugar donde te sientas segura y puedas concentrarte, puede ser en casa, y no en un lugar público muy ocupado.
Apaga todas las distracciones: TV, ordenador, móvil, teléfono de casa…
Ahora, cierra los ojos, y no hagas nada
Sigue estos pasos para practicar el «no hacer»:
- Mantente presente, ahora no tienes que ir a ningún sitio, ni hacer nada. No tienes que lograr nada, simplemente sé.
- Siente tu cuerpo, ¿notas tensión en alguna zona? o ¿estás relajada? Si tienes tensión, intenta dejar ir, ahora no es momento de contracción, ya que no tienes que hacer absolutamente nada. Deja que tu cuerpo se expanda.
- Observa a tu alrededor. ¿Qué ves? ¿que oyes? ¿qué sientes?
- Date permiso simplemente para contemplar y no hacer nada. Siente ese sentimiento de cansancio de tanto hacer, y date este momento de no querer hacer absolutamente nada.
- No te sientas culpable y disfruta del momento.
- Respira profundamente. El primer lugar para comenzar en la búsqueda del dominio sobre este arte es en tu respiración. Si esto suena sospechosamente a meditación, bueno, saca esas sospechas de tu mente. No estamos aquí para hacer sospechas, no estamos haciendo nada. Comienza primero inhalando lentamente, y luego exhalando lentamente. Vigila de cerca tu respiración, como el aire entra en tu cuerpo, a través de tu nariz, y llena tus pulmones. Ahora siéntelo como sale de tu cuerpo, a través de tu boca, y siente el satisfactorio vaciado de tus pulmones.
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Después de 5-10 minutos de hacer nada, puedes dejar de hacerlo y hacer algo. Pero trata de hacer esto todos los días, o tanto como sea posible, porque no es posible recibir los beneficios del arte de no hacer nada sin la práctica.
Puede que surjan emociones, pensamientos negativos, juicios por no hacer nada, y te sientas incomoda. Si es así, déjalos pasar sin analizar, sin juzgar.
Permítete estar y si te cuesta, sigue focalizándote en tu respiración, o en las cosas que ves a tu alrededor. Por ejemplo observa los colores que ves, escucha los sonidos detenidamente, y percibe con tu nariz que olores puedes clasificar.
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Quédate en este estado de no hacer durante un buen rato, todo lo que puedas, y luego en vez de sumergirte de nuevo en las tareas cotidianas, haz algo que eleve este momento.
Aprovecha la energía que has creado, para entonces incorporarte al hacer haciendo algo placentero, algo que no tenga que ser productivo, que sea simplemente por disfrutar, como por ejemplo bailar, cantar, pintar, caminar en la naturaleza, saltar a la comba, columpiarte, comer una buena cena saludable y energética….algo que te divierta y aumente tu vibración.
Haz algo que te divierta mucho cada día, porque la vida no esta solo para hacer, hacer, y más hacer, sino también para saber disfrutarla.
Tener el hábito diario de tomar un tiempo dedicado al no hacer, te hace un reset de cuerpo y mente, puedes llegar a liberar tensiones y emociones retenidas que ya no te sirven, pensamientos negativos y conectar con tu verdadera esencia, simplemente porque te permites un espacio para simplemente poder ser, sin esperar nada más.
Si deseas hacer un detox, dedica unos minutos a diario al no hacer
Sea como sea que te sientas al inicio de practicar el no hacer nada, no desistas, porque al inicio puede ser que te cueste, sobretodo si eres una mujer con el síndrome de la superwoman, que está constantemente haciendo cosas, y va a un ritmo muy acelerado con un gran nivel de auto-exigencia y responsabilidad.
Date tu tiempo. Si has estado toda la vida haciendo sin parar, y con el sentimiento de tener que ser productiva, pues al inicio es normal que te cueste y tengas sentimientos confusos, o de culpabilidad por no estar haciendo nada.
Puede que la sensación de que estás perdiendo el tiempo te invada, y tu mente busque desesperadamente el ocuparse.
Haz de este momento de no hacer, tu momento especial, sabiendo que la sensación que puedes sentir es como cuando dejas una adición, porque de hecho puede que seas adicta al hacer. Así pues deberás pasar el tiempo necesario para curar esa adicción, sabiendo que al inicio se pasa un poco mal.
Siente tu cuerpo, escúchalo, mímate, deja ir, y prepárate para el no hacer.
Si te cuesta relajarte
No te servirá de mucho el no hacer nada, si no eres capaz de relajarte y te sientes tensa mientras lo haces. Es importante que aprendas a relajarte del todo y encuentres un lugar donde te sientas cómoda, donde puedas sentarte o acostarte y sientas que tu cuerpo está relajado. Una vez que hayas encontrado este lugar, acuéstate y muévete para que se adapte mejor a tu cuerpo. Piensa en cómo un gato se acuesta, y se pone cómodo.
Los gatos son muy, muy buenos para no hacer nada. Puede que nunca te acerques a su nivel, pero pueden ser una gran inspiración.
Si no estás completamente relajada ahora (y una siesta corta sería un gran indicador de relajación), prueba el auto masaje. Sí, el masaje es mucho mejor cuando te lo hace otra persona, pero el auto masaje también es excelente. Comienza con tus hombros y cuello. Ves hasta tu cabeza e incluso tu cara. También haz tu espalda, piernas y brazos.
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Otra gran manera de relajarse es tensar cada músculo de tu cuerpo, una parte del cuerpo a la vez, y luego dejas que el músculo en tensión se relaje.
Un baño agradable y caliente puede ser también de lo más relajante. Puedes poner un jabón con un aroma natural o un aceite esencial como la lavanda, sólo unas gotitas es suficiente.
De nuevo, debes tener todas las distracciones apagadas. También es mejor bañarse si estás sola en la casa, pero si no, todos los demás deben saber que NO SE PUEDE interrumpir, incluso si la casa se está quemando ;).
Una vez que estés completamente inmersa (con la cabeza incluida,), cierra los ojos y siente que el calor penetra en tu cuerpo. Permite que tus músculos se relajen por completo, y siente como todas tus preocupaciones, tensiones, dolores y turbulencias internas fluyen de tu cuerpo hacia el agua. Si no tienes bañera hazte una ducha bien relajante.
Practica este arte en la naturaleza
Cuando hayas conseguido relajarte en casa, ya puedes ir a la naturaleza a no hacer nada. El lugar debe ser muy tranquilo – un parque, un bosque, en la playa, un río, un lago – los lugares con agua son excelentes. Busca lugares donde no se escuche los sonidos del tráfico y la vida de la ciudad.
En la naturaleza puedes practicar más tiempo, allí hay menos distracciones y realmente puedes desconectarte del estrés de la vida. No dejes que tu mente divague por todas partes, concéntrate en el entorno natural que te rodea. Mira de cerca las plantas, el agua, la vida silvestre. Aprecia y disfruta la belleza de la naturaleza.
Lleva el arte de no hacer nada a tu día a día
Una vez sientas que eres capaz de disfrutar del arte de no hacer nada en los casos anteriores propuestos, ya puedes incorporar el hábito en tu día a día. Si lo consigues habrás llegado al punto culminante de este arte.
Consiste en no hacer nada cuando tengas tiempos muertos como por ejemplo cuando estás parada en un semáforo, en la cola del supermercado, en la consulta del médico… No vale leer una revista, hablar por teléfono, revisar tus emails, escribir tu lista de cosas pendientes, preocuparte por lo que debes hacer más adelante. Espera, y no hagas absolutamente nada. Concéntrate en tu respiración, o si puedes prueba una de las técnicas de relajación anteriores.
Concéntrate en los que te rodean: míralos, trata de entenderlos, escucha sus conversaciones.
Trata también de no hacer nada cuando estés conduciendo. Sí, debes conducir, pero trata de no hacer nada más. No escuches música, noticias o cintas de audio. No hables por el móvil, no comas y no te maquilles. Sólo conduce. Concéntrate en tu forma de conducir, mira las cosas que están pasando y siente tu respiración. Relájate y no te preocupes por los otros conductores (¡pero no te choques con ellos!). Conduce despacio.
Por último, intenta no hacer nada en medio del caos, en tu lugar de trabajo u otro entorno estresante. Sólo cierra los ojos y piensa en tu respiración. Haz esto durante 5-10 minutos, aumentando hasta 20 minutos si puedes y te apetece. Si logras hacer esto en medio de un día estresante en el trabajo o con los niños, te permitirá concentrarte más en tus actividades. Estarás relajada y lista para entrar en un estado de fluidez (advertencia: no hacer nada durante unos minutos podría meterte en problemas con tu jefe, así que ten cuidado. Pero si luego te hace más productiva, a tu jefe no le importará).
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No esperes aprender el arte de no hacer nada en dos días, cuando llevas toda tu vida haciendo siempre algo. Es cuestión de mucha práctica, y aunque al inicio te parezca que no es fácil, no es imposible. Nada lo es, si así lo crees.
¿Te retas a empezar hoy? dime en comentarios como te ha ido, sabes que me gusta saber de ti, y estoy segura que tu experiencia puede inspirar a las demás.
Con mucha paciencia y practica,
No dejes que nada te impida avanzar hacia tu bienestar personal.
Lee más sobre como puedo ayudarte aquí.
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