Quizás piensas que cuanto más cosas haces eres más productiva, y exitosa, pero la realidad es que acabas haciendo mucho de lo no importante, por eso la necesidad de poner límites en todas las áreas de tu vida.
El ritmo que marca la vida moderna es muy rápido, y son demasiadas las cosas por hacer y las distracciones que hay.
¿Te pasa que por falta de tiempo, cansancio y concentración, no haces lo que realmente te gustaría más realizar en tu vida?
Entonces, es importante que:
1- Pongas límites en todas las áreas de tu vida, o concretamente en las áreas que sientas sobrecargadas.
2- Limites tu día a hacer menos pero lo más esencial y prioritario.
Sólo limitando podrás poner tu enfoque y energía en lo que realmente es importante, sin sentir que vas estresada con mil cosas más, que seguro pueden esperar.
Se trata de dejar de vivir una vida sobrecargada, y de dejar de ir siempre con la larga lista de cosas pendientes, que lo único que hace es estresarte mucho, drenar tu energía, y hacerte sentir mal por no poder alcanzar a hacer todo en el tiempo imposible que te has marcado para realizarlo.
A caso ¿Intentas llenar tu día con el máximo de cosas posibles para poder ir tachando la lista? ¿con qué objetivo? ¿Por qué con tantas prisas? ¿Realmente es necesario hacer todo eso a la vez?
Te exiges mucho, y quieres abarcar demasiadas cosas en poco tiempo.
Cada vez que sientas que estas haciendo demasiado, exigiéndote mucho, y sintiéndote mal por no alcanzarlo todo… te propongo que te tomes unos minutos para respirar profundamente, inhalar y exhalar por la nariz, relajar los hombres hacia atrás, y pregúntate ¿De dónde viene esa exigencia? ¿Por qué me exijo tanto a mi misma? ¿Por qué lo tengo que hacer todo ya, y con esa prisa? Siente que sensaciones estas teniendo, y respira profundamente.
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¿Quizás es miedo a parar y sentir?
Yo hace años, inconscientemente me mantenía ocupada constantemente. Era una persona muy activa y emprendedora, ahora a veces todavía me tengo que parar :), pero nada comparado a antes.
Me ponía grandes retos en mi día a día, y era capaz de hacer mucho a la vez, pero ¿a costa de qué? de mi salud, de sufrir mis exigencias, de ponerme demasiadas responsabilidades…y ¿todo eso para qué? ¿para demostrar qué?
Lo hacia inconscientemente. Era un patrón que seguía desde siempre. Era mi manera de vivir, y además la vida me lo ponía a dedo, ya que la super productividad esta como muy bien valorada, y es lo que erróneamente se exige a la sociedad, y sobretodo en el mundo empresarial corporativo, donde trabajaba entonces.
Llevaba una vida un poco frenética y viajaba mucho por trabajo hasta que mi cuerpo me dijo basta, me puse enferma, así que no me quedó otra que parar, y sentir.
Empecé a conectar conmigo, a aprender a simplificar mi vida, a dejarme fluir y reducir el ritmo acelerado que nos marca el mundo en que vivimos.
Como es imposible tener tiempo para todo, aprendí a poner límites, y dejé así de perderme en el hacer escogiendo calidad y no cantidad.
Eso me llevó a eliminar muchas cosas, actividades y personas de mi vida, y decidir donde iba mi atención, mi tiempo y que era esencial para mi. Identificando lo que realmente deseaba hacer en cada momento y área de mi vida.
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Me concentré en saber que quería realmente y era importante para mi, luego eliminar el resto.
Leí una serie de libros, entre ellos «el poder de lo simple» de Leo Babauta, y empecé a aplicar lo aprendido.
Desde entonces mi objetivo de cada año es hacer menos, es decir focalizarme en menos cosas, pero las importantes, para así poder alcanzar más. Y para ello sigo revisando todas las áreas de mi vida y sigo aplicando los pasos que aprendí.
¿De verdad deseas correr por la vida queriendo hacer tantas cosas? ¿sentirte abrumada y vivir siempre que el día no te alcanza y tienes que seguir corriendo el día siguiente?
Imagino que no, ni que te supieras organizar muy bien, porqué no se trata de querer alargar el día y así poder hacer más (como a muchas os gustaría), se trata de hacer menos, mucho menos, pero lo esencial, por eso la importancia de empezar a poner límites.
Poner límites en todo lo que haces te obligará a escoger lo esencial, y por tanto a maximizar tu tiempo y energía.
Cuando aplicas límites:
– Tu vida es menos estresante, en vez de querer hacerlo todo, haces lo que es importante para ti.
– Obtienes claridad identificando lo que es esencial para ti.
– Te ayuda a focalizarte en menos cosas, y por tanto acabas realizando más (vs querer hacer mucho y no acabar realizando nada).
– Puedes valorar tu tiempo y prioridades mucho mejor.
– Te hace ser más efectiva, ya que utilizas toda tu energía en lo más importante.
– Acabas eliminando todas aquellas cosas que sueles hacer pero que en realidad no son tan importantes para ti.
– Aprendes a decir «no», a todo aquello que no es esencial.
Piensa ¿Qué áreas de tu vida necesitan límites?
Tómate tu tiempo para reflexionar, y si hay alguna área de tu vida donde estas experimentando mucho estrés, empieza a pensar que límites podrías aplicar.
Es imposible poder hacerlo todo, limitar te ayuda a escoger.
Pero no hace falta que de golpe empieces a aplicar límites en todo lo que haces. Es importante ir aplicando uno tras otro y buscar el equilibrio de lo que funciona para ti. Si aplicas uno y no te sirve, modifícalo hasta que te encuentres a gusto con él y se convierta en un hábito. Personalmente he ido aplicando límites en diferentes áreas de mi vida, me ayuda muchísimo a ir más relajada, priorizar mi tiempo, y poder focalizarme mucho más.
Si algo no es importante para mi, lo limito o lo elimino, y me concentro sólo en lo que me importa.
Visualiza y toma acción
Imagínate ahora poder hacer una cosa tras otra tranquilamente, con inspiración y tomando las acciones adecuadas para vivir tu vida con menos estrés, menos distracciones, más apreciación, más alegría y sobretodo más presencia, porque has limitado tus compromisos, actividades, proyectos, quehaceres, y te focalizas en lo esencial, en aquello que realmente es importante para ti.
En vez de querer llegar a todo, y completar toda la lista pendiente de cosas por hacer, prioriza, y cada día a la mañana piensa en las tres cosas más importantes que realmente debes hacer y/o te gustaría hacer, y no haces nada más hasta que las has terminado. Es una manera de evitar que se te pase el día con pequeñeces y quehaceres menos importantes sin haber completado lo que realmente es esencial.
Se trata de que aprendas a hacer menos para alcanzar mucho más, de manera más pausada y sin la locura de querer hacer tanto, sino sólo lo indispensable y deseado porque estas conectada contigo misma y en la vibración adecuada.
Cuando pones límites en lo que haces, muestras que valoras tu tiempo y priorizas
Hazte las preguntas siguientes, y reflexiona las respuestas:
- ¿Qué área de tu vida es más estresante?
- ¿Qué cosas te gustaría limitar?
- ¿Qué límite desearías empezar a aplicar hoy?
- ¿Cómo crees que va a cambiar tu vida si bajas tu ritmo y te focalizas en menos?
Visualízate ahora como si ya hubieras conseguido el objetivo.
- ¿Cómo esto te cambia a ti? ¿a tu bienestar general? y ¿cómo afecta a las personas que te rodean?
Piensa en todos los límites que te gustaría aplicar y escríbelos, luego escoge el que crees que es más importante para ti, o por el que te gustaría empezar, o el que te sea más fácil iniciar, y dime cual sería, cuéntame abajo en comentarios y comprométete contigo misma.
Programa de Coaching: Olvidastes Que El Camino Es El Destino Final con Elisabet MarinéEste es un programa de coaching individual para ayudarte a vencer el estrés, y te cuestiones precisamente el tema de este post, más todo aquello que no te permite ahora mismo avanzar en tu vida como tu desearías.
Si realmente deseas poner límites a tu vida y descubrir que es lo esencial para ti, te propongo dedicar unos minutos a diario para conectar más contigo misma, y crear una nueva vibración que, finalmente, te ayude a hacer lo que deseas con tranquilidad, creatividad y significado.
Te puede ser útil meditar o hacer un ejercicio de relajación, te comparto uno aquí.
Cómo aplicar límites y crear nuevos hábitos
¿Cómo aplicar límites? Focalizándote.
Es muy importante que te focalices y empieces aplicando sólo uno.
Si has oído bien, una cosa detrás de otra, no todas a la vez ;).
Focalizate en menos para ser más efectiva. Focalízate en un solo objetivo, en una sola tarea, y serás más productiva. Focalizate en el presente para reducir estrés.
Sigue estos pasos:
1- Escoge sólo un límite: algo que quieres hacer menos o eliminar de tu vida, y aplícalo.
Conoce tus prioridades, el tiempo de que dispones, y el nivel de energía que tienes.
A partir de aquí concéntrate y sumérgete al completo en una sola tarea.
Puedes escoger lo que sea más prioritario para ti, que tenga mayor impacto en tu vida, o el que sea más sencillo de realizar.
Focalízate sólo en ese único límite hasta que se convierta en algo natural, te sientas cómoda con él, y forme parte de tu rutina. Quizás no será fácil al inicio, debes probar y ver que resulta para ti.
2- Empieza despacio: con objetivos pequeños para ir habituándote e incrementando a medida que te sientas cómoda.
No quieras empezar a lo grande, mejor de poco a más. Te será más fácil manejarlo, y mantendrás tu energía, motivación y focus por más tiempo. Ya que si empiezas a lo grande, marcándote objetivos muy altos, a la semana puede que ya te desanimes por ser el reto demasiado alto.
Además los cambios graduales perduran en el tiempo.
3- Sé consistente: aplica el límite cada día, y si es posible en la misma hora o franja horaria de mañana o tarde-noche.
Te pongo un ejemplo simple: imagina que consultas tu whatsapp a todas horas, y contestas de inmediato, luego te das cuenta que eso te esta afectando en otras áreas de tu vida. Te distraes constantemente, por tanto pierdes concentración en aquello que estabas haciendo que es mucho más importante.
Así que quieres limitarlo, luego para ello debes proponerte un número máximo de veces que lo vas a revisar y contestar mensajes.
Quizás el paso número uno es quitar las notificaciones, así no tendrás la tentación de mirar cada vez tu móvil. Luego, puedes proponerte mirarlo sólo dos veces al día, después de desayunar y antes de cenar por ejemplo. Y si tienes la tentación de mirar más veces, párate, respira profundamente, y vuelve a focalizarte en eso que hacías.
Comprueba si eso funiciona para ti. Que ves que no, porque necesitas consultarlo más de dos veces al día por tu trabajo o contacto con la familia, pues en vez de dos veces al día, consúltalo 3.
Puedes aplicar lo mismo a los emails. Yo sólo los consulto por la mañana y al finalizar mi jornada de trabajo que me he marcado para ese día.
Este ejemplo te lo he puesto para que te sirva en todo lo que limites, como ejemplo de que tu tienes que probar el límite que marcas. Te lo marcas, y lo pruebas unos días, que funciona, sigues con él, que no, lo adaptas, hasta que te sientes cómoda y te ayuda a sentirte mejor.
Siempre que te marques un límite, pregúntate si es viable para ti en estos momentos o si mejor lo adaptas a la realidad y vas incrementando la aplicación del límite poco a poco. Luego es importante revisar que no te esta afectando en alguna otra área de tu vida.
Si te marcas un límite y no resulta en absoluto, mira todas las opciones y posibles maneras que puedes aplicarlo para que si funcione. Ten paciencia, habrá limites que te costarán más que otros.
A mi por ejemplo no me costó mucho limitarme las horas de mirar la TV, porque descubrí que en el fondo era una pérdida de tiempo para mi, así que dejé de mirarla al completo, y gané mucho tiempo para hacer otras cosas que me gustan más.
Sin embargo cuando me marqué el límite de ir a dormir temprano y levantarme temprano, me costó muchísimo, así que tuve que ir haciendo poco a poco. Para levantarme, pues me marcaba cada día 5 minutos más temprano, hasta que conseguí levantarme cada día a la hora deseada.
Cuando tengo una época en la que por cualquier razón se rompe mi límite de dormir, que me ha pasado y mucho desde que tengo a mi hijo. Sobretodo los dos primeros años, fue un romper mi rutina con el sueño cada día.
Cuando pasan cosas así, no queda otra que aceptar, y volver a aplicar el límite igual como al inicio, o adaptarlo a la nueva situación. No vale la pena frustrarse o sentirse mal. Siempre puedes volver a empezar de nuevo, pero lo importante es no querer limitar o eliminar varias cosas a la vez, sino una tras otra, y una vez conseguido, celebrarlo ;).
Experimenta, pon tu límite a tu medida y ajústalo sobre la marcha hasta que te sientas cómoda con él.
Muchas veces hay que adaptar los límites, ya que la vida cambia constantemente. Pero lo importante es siempre tenerlos claros, saber lo que tu necesitas, aplicarlo en función de tu evolución, y sobretodo que te ayuden a bajar tu ritmo. Luego, poder escoger lo más esencial para ti, y así maximizar tu tiempo y energía.
Cuando el límite que has escogido ya funcione para ti, y sea un hábito en tu vida, entonces pasa al siguiente.
Recapitulemos, para aplicar límites y desarrollar un nuevo hábito debes:
– Escoger un solo límite.
– Pensar y escribir el plan de como lo vas a hacer.
– Experimentar y ajustar si es necesario.
– Celebrar el logro una vez conseguido.
Por cierto, es fácil marcarse objetivos, pero difícil realizarlos. Requiere de tu energía, motivación, y constancia. Quédate sólo con aquellos que te hacen sentir un fuerte y profundo deseo de querer llevarlos a su fin. Luego simplifica, reduce, elimina todo lo que puedas y focalízate en lo importante.
La meditación puede ayudarte mucho a identificar que cosas debes eliminar y en que cosas debes focalizarte. Sintiendo que es tu verdad, sintiendo que es lo que te ayuda a expandirte o a contraerte, y saber así donde debes aplicar límites.
El Reto SatNam es ideal para empezar a meditar y dedicar esos minutos a sentir tu respiración y conexión interior.
Con cariño y valorando tu tiempo,
Gracias por leer, si te ha gustado, no dudes en compartirlo con aquellas personas que crees que les puede interesar.
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Gracias por encontrarte , preciosas y sutiles disciplinas . un abrazo fuerte
Gracias a ti Isabel por leer, para mi es realmente un gran placer poder compartir, aprecio mucho tu feedback, un abrazo grande!