En el momento que eres capaz de aceptar que lo que juzgas en los demás es un reflejo de lo que juzgas en ti misma, haces el primer paso para tomar conciencia de tus propios juicios y liberarlos.
Más abajo en este post encuentras un ejercicio para empezar a tomar conciencia y cambiar.
Todos nos juzgamos y juzgamos a los demás
Nuestro ego parece alimentarse de esos juicios creando separación entre tu y tu verdadera esencia, cuando te juzgas a ti misma, y entre tu y los demás, cuando juzgas a otra persona. Pero en el fondo de nuestro interior, seamos conscientes o no, lo que en realidad buscamos es unión y amor, por eso nos sentimos mal cuando juzgamos.
El Ego ve la vida como una competición. El Alma ve la vida como un regalo. Clic para tuitearNo somos conscientes del daño real que nos llegamos a hacer, sino lo dejaríamos de hacer de inmediato. Juzgarnos y juzgar a los demás crea un bloqueo energético impidiendo una mejor conexión con nosotras mismas, los demás y el universo.
He juzgado a los demás, pero sobretodo a mi misma la que más, y todavía lo sigo haciendo, mucho menos, pero la gran diferencia es que ahora no me hago caso cuando me pillo juzgándome. No dejo que ningún pensamiento crítico no constructivo que pueda aparecer en mi mente, me limite o me drene energía.
Todo empieza por tomar conciencia, por observar lo que piensas y dices, que te hace sentir, amarte incondicionalmente y luego ver que acciones tomas acorde a esos pensamientos.
Te das cuenta que cuando te estas juzgando y siendo muy dura contigo misma, te estás quitando la posibilidad de sacar todo tu máximo potencial, y sobretodo no estas dejando que el amor fluya en ti.
Cuando te juzgas te quitas la posibilidad de sacar todo tu máximo potencial Clic para tuitear¿Qué tal si pudieras aprender a cómo pasar de ser insegura, negativa y tan crítica contigo misma a ser amorosa, amable y segura de ti? *Levantarte con energía y sentirte motivada para crear la vida que deseas. * Liberar tu mente de todo el equipaje negativo y los bloqueos mentales. *Sonreír ante tu reflejo en el espejo y admirar lo que ves. *Sentir que eres suficiente *Ser tu misma siempre…
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Cada vez que te juzgas no lo haces desde el amor, lo haces desde el miedo.
El miedo a no ser suficiente, a no ser aceptada, a equivocarte…y eso es en realidad lo que te frena: los miedos. Luego juzgarte es una manera de buscar excusas para no hacer lo que realmente debes hacer para superar esos miedos.
Y cuando juzgamos a los demás, es para hacernos sentir mejor y no tener que enfrentarnos a nuestra propio dolor.
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En vez de trabajar nuestro interior, buscamos liberarnos y sentirnos mejor criticando y juzgando a los demás, pero en realidad por dentro lo que hay es frustración, y la proyectamos hacia fuera.
Cuando empecé a trabajar como coach, deseaba empezar a escribir un blog, pero sentía miedos respecto a este tema, como por ejemplo miedo a exponerme públicamente. Así que era más fácil juzgarme, pensar que no estaba preparada para ello y que no sabía escribir, que empezar a hacerlo.
Pasaron dos años, dejé que esos juicios sobre mi me limitaran y me impidieran empezar el blog. Además con la excusa de no tener tiempo y de que debía de dedicarme al completo a mis clientes, pues no lo hacía. Hasta que un día me decidí, el deseo creció mayor que el miedo.
Fue toda una aventura, ya que di bastantes vueltas antes de llegar a la idea final de lo que deseaba hacer. Vueltas, que imagino, hice para ir superando mis miedos y juicios.
Haber creado mujervigorosa me ayuda a diario a superarme, a dejar de escuchar mis propios juicios, miedos, y me inspira a seguir el camino de la vida dando lo mejor de mi.
Es una muy buena experiencia que me ayuda a crecer como persona, estoy muy agradecida. Este sentimiento de gratitud que siento, hace también que mis miedos y creencias limitantes queden a un segundo plano, dejando de tener tantos juicios sobre lo que hago y como lo hago, y en vez de eso, disfruto haciéndolo y aprendiendo.
Es muy importante no juzgarse doblemente cuando una se da cuenta que se esta juzgando o juzgando a los demás, y es que eso lo solemos hacer, nos viene un sentimiento de culpa, de no estar haciendo las cosas bien, de no ser capaces de mejorar… A mi eso me pasaba mucho. Cuando me daba cuenta que me estaba juzgando, pues era el doble de dura conmigo misma, exigiéndome más, cuando lo que hay que hacer es lo contrario.
Si resulta que estas pasando un mal momento, en vez de auto machacarte más, y juzgarte por ello, hay que cambiar el chip.
En vez de sentirte peor con tus propios juicios y exigencias: obsérvalos, déjalos pasar, no te identifiques con esos pensamientos negativos y creencias limitantes, y háblate con amor, recordándote que estás en proceso de crecimiento personal y sanación. Ya verás como esas palabras de comprensión hacia ti misma te ayudan a sentirte mejor, y por defecto a cambiar tu vida para bien.
Ten paciencia, vivimos en un mundo que no ayuda mucho a evitar que constantemente estemos comparándonos y juzgando.
Crecemos con la falsa creencia que no somos suficiente y que no hay suficiente para todos, así que en vez de sentirnos unidos, creamos vidas individuales que se convierten en una lucha por ver quien posee más, sabe más y tiene mejor apariencia.
Esto nos separa y nos crea inseguridades, miedos, baja autoestima, y nos comparamos y juzgamos buscando sentirnos mejor, cuando en realidad todos somos iguales y ya poseemos en nosotros todo lo necesario para ser felices.
En vez de fijarnos en lo que nos separa, deberíamos focalizar nuestra atención en lo que nos une, y esto nos llevaría a la conclusión de que nadie es mejor o peor, sino iguales. Nos daríamos cuenta que todos de una forma o otra pasamos por experiencias similares, y que nos podemos ver reflejados en un momento o otro con esas personas a quienes juzgamos por creer que son diferentes.
Sentirlo de esta manera, a mi me ayuda a poner amor y comprensión, y entiendo que eso que me molesta de otra persona, son mis propias carencias, miedos e inseguridades. Verlo a través del amor, me ayuda a trabajar mi interior, y a entender que yo he estado allí donde se encuentra ahora esta persona, o es donde deseo llegar.
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Puedes escuchar los juicios que tienes sobre ti misma, o hacia los demás, para utilizarlos como guía de eso que tienes que trabajar en tu interior, eso si, hay que hacerlo desde el amor, y no desde el miedo o la exigencia.
Y así es como a poco a poco el hábito de juzgar va dejando de tener fuerza, y en vez de limitarnos, nos sirve para tomar conciencia y mejorarnos como personas.
Al inicio no es fácil, pero es cuestión de focalizarse y dedicarle la atención merecida. Especialmente cuando esta siendo un problema grande en tu vida, que te limita para hacer lo que deseas, tomar decisiones, o que empeora la relación y conexión contigo misma y con los demás.
A veces, puedes sentir resistencias al dejar ir esos juicios, ya que de alguna manera han sido tu coraza todo este tiempo, evitando que tuvieras que ser sincera contigo misma y con los demás. Dejarlos ir, es tener que ser vulnerable, afrontar todas las frustraciones que has ido acumulando, y tener que enfrentarte a tus miedos e inseguridades.
Se trata de practicar ser vulnerable y aún así amarte. Y es que la vida sonríe plenamente a las personas que reconocen que son valientes, perfectamente imperfectas y vulnerables a la vez.
Tomar conciencia del significado de tus juicios hacia ti misma y los demás, es el inicio para liberarte de ellos, y una vez lo consigas te sentirás en paz.
Por eso la importancia de trabajar en ello, porque no puedes ser totalmente feliz si te juzgas constantemente a ti o a los demás. Debes dejar por completo este hábito, y empezar a sentir buenos pensamientos y deseos hacia ti, y hacia los demás.
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Dejar el hábito de juzgar te ayuda a aumentar tu vibración
Cuando dejas de escuchar tus propios juicios, y evitas juzgar a los demás, dejas de perder energía, de bloquearla, y eso hace que subas tu vibración.
Te sientes liberada, feliz, y te reconectas con la energía del amor y la compasión, dejando atrás mucho estrés, tensión y negatividad. Y es que según como te sientes contigo misma y en relación a los demás, hace que te bloquees o expandas atrayendo menos o más amor a tu vida.
Si eliges creer tus juicios y limitarte por ellos, estas dejando de estar presente y conectada contigo misma, con tu propia esencia. Te auto castigas con juicios hacia ti misma basados en miedos y creencias que no siempre son verdaderos, y aunque lo sean, no tienes porque utilizarlos para auto castigarte sino para superarte como persona y sacar tu máximo potencial.
Las criticas, sino son constructivas, bajan por los suelos tu vibración.
Puedes medirlo tu misma, tomando conciencia de cuantos juicios puedes llegar a tener sobre ti misma y los demás en un día, y como estos te hacen sentir.
Seguro que notarás negatividad, estrés, bloqueo…y esto debería provocar en ti el deseo de dejar de hacerte este daño. Toma conciencia, y piensa en todo lo que podrías llegar a hacer si dejarás de auto bloquearte con tanto juicio, sea hacia ti misma o hacia los demás.
Cada vez que te venga un pensamiento de juicio hacia ti o hacia alguien, puedes respirar profundo y saber que puedes elegir creértelo o no, perderte en él o no: tú eliges.
Date tiempo para cambiar el chip, y no juzgarte por no saber hacerlo a la primera. Como te dije antes, no se trata de machacarte más, sino de celebrar que estas en el camino de mejorar y aprender de ti misma.
Al fin y al cabo, cada vez que te auto juzgas o juzgas a los demás, en realidad lo que estás haciendo inconscientemente es pedir ayuda. No sabes cómo y sientes miedo, y esa es la manera de sacar tu frustración interna.
Decides quedar atrapada en el miedo, y ante la gran frustración y negatividad que sientes, lo único que te queda es quejarte, auto criticarte y criticar a los demás, convirtiéndote en tu propio juez, castigándote por ello en todo momento y castigando a los demás, proyectando tu frustración en ellos.
Es tu manera de superar el miedo y pedir ayuda, y si tomas conciencia de ello, simplemente perdónate y sé compasiva contigo misma, ya que es una gran hazaña empezar el trabajo de cambiar.
Lo fácil es quedarte allí donde estás, y lo valiente es querer mejorar.
Así que simplemente admítelo, te dejaste llevar todo este tiempo por tus miedos e inseguridades. Eres humana y, como te dije antes, la sociedad en que vivimos no ayuda mucho a superar estos miedos, sino más bien a crearlos.
Ahora tienes la oportunidad de tomar conciencia de ello y dejar de escuchar a tu ego machacándote con todos esos juicios. Déjalo, no sabe más, vive en el miedo, pero tu conciencia si sabe, tu conciencia desea expandirse en la energía del amor, y trayendo esta energía hacia ti, tu puedes decidir perdonarte por tener esos pensamientos, y escoger remplazarlos por otros, unos hechos con amor.
Juzgar no deja de ser un mal hábito que con deseo, conciencia y practica de nuevos hábitos, puedes dejar de tener, pero como todo, requiere su esfuerzo y voluntad.
Un ejercicio para empezar a cambiar
Observa las palabras que usas para describirte a ti misma y a tu vida.
Lo que te dices a ti misma cuando cometes un error, llegas tarde a algún sitio o tienes una discusión con alguien.
Seguro que muchas veces repites las mismas frases una y otra vez sin ser consciente de como te estás hablando y como esto puede repercutir en tu vida. Nos pasa a todos.
Y, la mayoría de las veces, tendemos a usar palabras que nos ponen en una mentalidad negativa. Es como si el cerebro tuviera un piloto automático de auto machaque, que se pone en marcha cada vez que hacemos algo mal, y en cambio, cuesta ver lo bueno.
Pero puedes cambiar eso, tomando conciencia de como te hablas.
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El lenguaje que usas tiene un gran impacto en la forma en que te sientes a ti misma, en relación a los demás y en tu vida.
Por ejemplo, si siempre dices «nunca me organizo bien, soy un desastre, no consigo acabar mi trabajo en el tiempo deseado, no tengo suficientes horas al día para terminar, y aunque las tuviera, tampoco lo haría bien», entonces te sientes estresada, tensa, ocupado, desordenada, y que no eres suficientemente buena.
Pero si en vez de eso, dijeras «estoy muy ocupada y tengo mucho trabajo, es un reto para mi aprender a organizarme y focalizarme en lo más importante para que consiga acabar bien mi trabajo. Sin duda es una buena oportunidad para superarme».
Una gran diferencia, ¿verdad?
La primera versión te deja con la autoestima por los suelos, la segunda te reta a superarte y a sacar lo mejor de ti. Son dos maneras de ver la vida, una como un aprendizaje que siempre te pone en frente aquello que debes aprender para mejorar y sacar lo mejor de ti, y la otra como sucesos que pasan en tu contra y te machacas con ello. Tú decides.
Puedes tomar conciencia de como de hablas y empezar a cambiar el lenguaje sin tratar de auto convencerte de nada, sino hacerlo como si le hablaras a tu mejor amiga, hija, sobrina…alguien a quien quieras mucho.
Usa palabras amorosas, llenas de paciencia y tolerancia, reconociendo lo que es real y lo que no, porque hay que darse cuenta que muchas veces el auto machaque que nos podemos llegar a hacer, ni siquiera tiene una realidad que lo apoye, es todo fruto de nuestra mente negativa.
El truco es encontrar palabras que te hagan sentir positiva y a la vez la sientas como verdaderas, sin tratar de evitar sentirte cansada, triste, estrasada y ocupada, ya que esas son emociones que vas a sentir en algunos momentos a lo largo de tu vida, pero se trata de aceptar la emoción tal cual es sin utilizar el sentimiento que te produce para juzgarte, sino al contrario para aprovechar y hablarte de una forma que te ayude a pasar esos momentos, al mismo tiempo que te motiva a sentirte mejor, a empoderarte y superarte como persona.
Puedes optar por usar palabras que te hagan ver la vida como algo difícil y desafiante, o puedes describir tu vida con palabras que te hagan sentir motivada y agradecida.
Tus pensamientos crean tus acciones, y tus acciones crean tu vida. Así pues, una nueva manera de pensar que sea más inspiradora y positiva, creará acciones más inspiradoras y positivas, y eso significa que tu vida será más inspiradora y positiva.
«Cambia tus pensamientos y cambiarás el mundo» -Norman Vincent Peale
Un simple cambio de una palabra, un nuevo lenguaje, puede hacer cambiar tus pensamientos, tus acciones y tu vida.
Es hora de crear tu propio lenguaje y una nueva forma de conversar contigo misma.
Decide que tienes el control de cómo te sientes y cómo experimentas
tu vida.
Y para hacer eso, en los próximos días presta mucha atención a las palabras que usas para describirte a ti, a tu vida, a los demás y al mundo. Toma nota de cómo te hace sentir esas palabras.
¿Hay mejores palabras que puedas usar? ¿que te hagan sentir mejor?
¿sobre ti y tu vida? Si es así, empieza a remplazarlas por las que no te hacen sentir bien.
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Hay muchas maneras de ver y experimentar la vida. ¡date la oportunidad de hacerlo usando un nuevo lenguaje para describir tus experiencias!
Dime, ¿sueles juzgarte mucho? ¿Cómo crees que esto afecta a tu vida? ¿Cómo te hace sentir?
Cuéntame abajo en comentarios, me gustará saber de ti.
Con mucho cariño,
Si este post te ha gustado, te agradecería muchísimo que lo compartieras en las redes sociales, o con aquellas persona que crees que les puede gustar leerlo. ¡Gracias!
«Ábrete a nuevas ideas, a probar, a equivocarte y a volver a intentarlo tantas veces como sea necesario»
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Me encantó … gracias !!pondré en práctica en prestar más atención a las palabras que me digo se que es y será de gran ayuda para muchas mujeres bendiciones Elizabeth
Hola Jackelyne, gracias por compartir. Quizás te guste también leer el artículo «La calidad de tus palabras determina la calidad de tu vida», lo puedes leer aquí: https://mujervigorosa.com/la-calidad-de-tus-palabras/
Bendiciones para ti también! 🙂
MUY BUEN ARTICULO
Solo plantearia que el juzgador…o sea «yo»..es lo juzgado, es el juicio. Por lo tanto el que intenta controlar/cambiar/disciplinar el juicio…(o sea «yo» otra vez) es en realidad «eso» que se intenta controlar…es una especie de un «yo» (que creo superior) intentando mejorar a un «yo» (que creo peor) …ahi hay division,dualidad…y por lo tanto continuacion del conflicto. Ver/darse cuenta/ser consciente totalmente de este proceso (divisivo..ilusorio) del pensador(juzgador, controlador) que se cree diferente de su pensamiento(juicio)…libera a la mente del proceso del «yo» y por tanto del juicio… pero ver/darse cuenta en términos de «yo» me doy cuenta/veo mi juicio como algo que hay que superar/mejorar pero seguir siendo «yo»…es volver a la trampa/ilusion que generará conflicto interno. En resumen: el problema (y la solución) es el «yo»…es observar a «yo» …sin «yo». Ese observar a «yo» …sin «yo» de instante en instante es Amor. Y los demas (personas y situaciones) efectivamente son espejos donde te puedes ver más claramente…si los juzgas…te juzgas
Muchas gracias Fran por tu aportación, muy interesante, gracias!
Gracias por compartir este post tan útil para mí. Deseo encontrar la manera de aprender observándome a mi misma en otras personas.
Un placer Alicia, me alegro que te ayude!