Debes tener en cuenta que estás compuesta por piel, células, huesos, sangre, músculos, pestañas, sonrisas, sueños, esperanzas, lágrimas, hormonas y por billones de microorganismos bacterianos. Y si aún no lo has hecho, es hora de intimar con estos pequeños seres vivos que conforman tu microbiota, porque pueden contener las claves para una salud radiante y una felicidad suprema, o influir en tu riesgo de sufrir enfermedades, tanto físicas como mentales.
La microbiota es el conjunto de microorganismos que conviven en nuestro cuerpo, de forma más o menos permanente, e interactúan con nuestro organismo. Estos seres microscópicos, que están por todo tu cuerpo pero sobretodo en tu intestino, realizan funciones específicas y juegan un papel esencial en numerosos procesos fisiológicos.
Principalmente son bacterias, pero también hay virus y hongos entre otros. La cantidad y calidad de estos microorganismos es muy importante para mantener una buena salud, pero también para sentirse feliz. Porque las bacterias que forman la microbiota intestinal guardan una estrecha relación con los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con los estados de ánimo.
Sabíamos que la manera en que nos sentimos afecta nuestro intestino. Si estamos nerviosos, por ejemplo por una entrevista de trabajo, nos puede afectar nuestra digestión y sentir dolor de barriga. Ahora se está descubriendo que el estado de nuestro intestino también puede afectarnos a nivel nervioso, porque el intestino y el cerebro están conectados.
Por tanto, en la búsqueda de salud, autenticidad, propósito y alegría, la comida es tu aliado número uno.
La comida transmite información a tu cuerpo, y las bacterias en tu intestino son las primeras mensajeras para difundirla. ¿Cómo?
Además de influir en tu digestión, inmunidad, niveles de energía, equilibrio hormonal, metabolismo, ritmo circadiano y miles de otras funciones y reacciones en todo el cuerpo, tu estómago está intrínsecamente vinculado a tu cerebro a través del nervio vago. Un nervio que conecta tu cerebro con prácticamente todos tus órganos internos y les permite comunicarse con tu sistema nervioso entérico, que es el centro de control del tracto digestivo.
Hay nuevos estudios que dicen que los microbios en tu intestino hablan a tu cerebro al regular la producción de moléculas de señalización, hormonas y neurotransmisores, incluida la serotonina.
Hasta el 95% de la serotonina se encuentra en la microbiota intestinal, no en el cerebro; lo que significa que la felicidad está en tu plexo solar, es decir, en tu estómago.
La serotonina está asociada con la felicidad, así como con patrones adyacentes a la felicidad como el sueño y el deseo sexual.
Imagínate 100 billones de bacterias en tu estómago dictando a tu sistema inmunológico, tus hormonas, tu digestión, tu apetito sexual, la calidad de tu sueño, incluso ¡tu estado de ánimo!
Si la felicidad se halla en el vientre, entonces esta claro que la energía de lo que comes es la que marcará tu camino al bienestar y la alegría por vivir.
¿Qué puedes hacer para que tu estómago se sienta más feliz?
1.Come fibra vegetal
La fuente más importante de nutrientes que recibe la microbiota intestinal son los prebióticos, un tipo de fibras vegetales que estimulan el crecimiento de bacterias saludables.
Tus bacterias intestinales, específicamente las que favorecen la felicidad, crecen con fibra insoluble, como la que se encuentra en las verduras de hojas verdes pero también en otros alimentos como las legumbres, cebollas, ajos, espárragos, alcachofas, puerros, bananas, avena, cebada y trigo integral. Estos alimentos ayudarán a que vivan felices y puedan producir vitaminas, hormonas y enzimas esenciales para tu salud.
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No todos los nutrientes que absorbes vienen de los alimentos que comes, sino de lo que producen estos microorganismos después de comer tu comida. Por eso la importancia de comer los alimentos adecuados para mantener tu microbiota feliz y una digestión saludable.
Además de ayudar a la digestión, las investigaciones han encontrado que determinadas cepas bacterianas producen neurotransmisores específicos, como la serotonina mencionada anteriormente, la dopamina que también te hace feliz y el calmante GABA.
Perseguir la felicidad a través de comida procesada con azúcar añadido y grasas de baja calidad no solo es inefectivo; en realidad es contraproducente.
La disbiosis
Los alimentos altamente procesado, deshidratantes, inflamatorios y posiblemente tóxicos, pueden provocar disbiosis intestinal, es decir un desequilibrio en la microbiota.
Esta alteración pude afectar a la digestión: absorción de nutrientes, producción de vitaminas, debilitamiento del sistema inmunológico, y desencadenar trastornos y/o enfermedades como: la diarrea, el síndrome del intestino irritable, enfermedades inflamatorias intestinales, cáncer colorrectal, así como ciertas enfermedades hepáticas, alergias, obesidad, diabetes de tipo dos y la celiaquía.
Además, la disbiosis también puede producir desequilibrios en el sistema nervioso central debido a la conexión que hay entre el intestino y el cerebro. Ciertos trastornos mentales y del desarrollo neurológico, como por ejemplo la depresión, la ansiedad, la fatiga crónica, el TDAH y el autismo podrían estar relacionados con el desequilibrio de la microbiota intestinal.
Una mala alimentación puede ser uno de los factores causantes de la disbiosis intestinal, pero también puede tener que ver con nuestra propia composición bacteriana intestinal, nuestras pautas de sueño, nuestra actividad física, el efecto de ciertos medicamentos (antibióticos) y el estrés.
Comer una dieta variada, colorida y rica en fibra, con verduras, cereales integrales, frutas y legumbres, puede proporcionar a tus bacterias intestinales la nutrición que necesitan para mantener la diversidad microbiana intestinal, un cuerpo sano y un espíritu feliz.
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2. Toma probióticos
Otra cosa que puedes hacer para tener un estómago feliz, es tomar probióticos.
Los probióticos son bacterias y levaduras vivas que son buenas para ti, especialmente para tu sistema digestivo. Se le llaman bacterias «buenas» o «útiles» porque ayudan a mantener tu intestino sano, mejoran el sistema inmunitario y mejoran la absorción de nutrientes, entre otros beneficios para la salud.
Estos microorganismos vivos pueden ser consumidos a través de alimentos fermentados o suplementos.
Los alimentos que tiene probióticos son el yogurt; queso crudo preferiblemente de cabra y oveja (hecho con leche cruda, no pasteurizada); kefir de leche o de agua; té kombucha; el chucrut o col fermentada; el kimchi (un plato típico coreano); el miso y natto (alimentos tradicionalmente japoneses); el tempeh (comida tradicional de Indonesia) o alimentos encurtidos en vinagre como las aceituna y pepinillos.
Siempre es mejor obtener nutrientes de los alimentos, eso incluye los probióticos. Pero si tienes problemas digestivos u otros síntomas, y por tanto necesitas una dosis más elevada durante un tiempo, puedes consumir probióticos a través de suplementos. Asegúrate que estos sean de calidad y con una variedad de cepas diferentes.
A través de la alimentación o suplementos con probióticos, el objetivo es ayudar a aumentar el número de estas bacterias beneficiosas que residen en tu estómago, porque, como hemos dicho antes, mantener un intestino sano es primordial para la felicidad.
Mantener un intestino sano es primordial para la felicidad. Clic para tuitearEspecíficamente, bacterias como Bacillus, Streptococcus y Bifido ayudan a producir dopamina, serotonina y GABA. Estos neurotransmisores son la puerta de entrada al impulso del estado de ánimo que todos anhelamos.
Además de probióticos, es aconsejable consumir fibra prebiótica. Tal y como te expliqué en el punto uno, esto ayuda a proliferar las bacterias buenas. Piensa en los probióticos como pescado y los prebióticos como alimento para peces.
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3. Respira
Cuando nutrimos adecuadamente nuestro cuerpo, este funciona como una máquina eficiente. Cuando todo está sincronizado, tu piel se ve iluminada desde dentro, tu estado de ánimo se eleva y equilibra, tus comidas te satisfacen, te dan energía y las eliminas bien. Y mientras que la dieta y una buena digestión te hacen feliz, no podemos descuidar el sistema nervioso parasimpático (SNP), también conocido como sistema de descanso y digestión.
Podemos estimular el SNP mediante la meditación y la respiración profunda. Esto, además de felicidad, te proporcionará paz y puede cambiar la composición de tu microbiota intestinal.
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La vida se ha vuelto muy estresante; antes la gente se enfrentaba a una tarea estresante pero luego se relajaba. Ahora siempre estamos estresados. Hemos perdido por completo la conexión con nuestro cuerpo. No puede ser, hay que reconectarnos, ver cómo nos sentimos en cada momento.
Encuentra mínimo tres momentos al día para hacer 5-10 respiraciones completas de abdomen (idealmente antes de las comidas) y mantente en el aquí y ahora: practica mindfulness.
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A través de inhalar y exhalar profundo, tendrás una experiencia digestiva más calmada, absorbiendo tus nutrientes mejor y creando un flujo de energía dentro del cuerpo.
Las respiraciones más profundas oxigenan la sangre, liberan la tensión muscular y estimulan la producción de hormonas. Desde un punto de vista emocional, conectarte a una respiración más consciente ayuda también a escuchar tu intuición.
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Tu tienes el control
Cuando desbloqueas los secretos de tu intestino, tienes el poder de cultivar la felicidad desde dentro. El resultado será una mente próspera, un cuerpo físico en armonía y un espíritu feliz.
La microbiota intestinal es una de las piezas más importantes para tener una buena salud física, mental y emocional: mantener su equilibrio es el futuro de la nutrición y un nuevo paradigma para la medicina.
Dos personas pueden comer exactamente lo mismo, pero como tienen una microbiota intestinal diferente, es decir, diferentes tipos de bacterias en el estómago, no van a absorber la misma cantidad de calorías, de nutrientes y tampoco van a tener una digestión igual. Así pues, para mantener una buena salud debemos focalizarnos en una nutrición saludable e individualizada teniendo en cuenta el estado de nuestra microbiota.
La felicidad puede parecer difícil de alcanzar en este mundo actual de sobre estimulación, pero en realidad, está justo ahí en tu intestino, en el centro de tu cuerpo. Justo donde está tu tercer chakra, una bola de luz amarilla y brillante, entre la caja torácica y el ombligo. Allí reside tu alegría por vivir y también tu poder personal, tus ambiciones, tu sentido de la responsabilidad, tu respeto por tus fortalezas, por tus miedos: todo aquello que quieres llevar en tu camino de aquí en adelante. Por tanto, en tu estómago se halla también el poder de decidir.
Tu poder de decisión reside en tu estómago
Durante mis estudios como Health Coach (coach de salud) en IIN, aprendí del Dr. Deepak Chopra que un sentimiento visceral es en realidad cada célula de tu cuerpo que toma una decisión.
El Dr. Chopra es médico y neuroendocrinólogo, es decir está especializado en el estudio de la química cerebral, y durante años ha estudiado la conexión entre nuestra conciencia y el cuerpo físico. Lo que él y otros científicos han descubierto, es que nuestro intestino es en realidad nuestro propio sistema nervioso, y potencialmente, más poderoso que nuestro sistema nervioso central.
Dr. Chopra cuenta que todas las células de nuestro cuerpo pueden pensar, y también tienen una buena memoria para ayudarte a tomar decisiones.
Nos explicaba que “cuando tienes un sentimiento de esos que no puedes explicar pero lo sientes dentro en tus entrañas, y no sabes por qué, pero sientes que tienes que hacer eso o aquello… No estás hablando metafóricamente, sino que estás hablando literalmente. Es decir, es como si tu intestino te hablará, porque en realidad produce los mismos químicos que produce el cerebro cuando piensa”.
Por tanto, cuando tienes un fuerte «presentimiento» es en realidad cada célula de tu cuerpo recordando, pensando y decidiendo sobre el asunto en cuestión.
La diferencia está en que el sistema nervioso en tu intestino no tiene la capacidad de dudar de sí mismo, como lo hace tu sistema nervioso central. Así que, ese fuerte sentimiento que sientes es porque cada célula de tu cuerpo toma una decisión que no tiene ninguna duda para ti.
Tu mente siempre creará dudas y cuestionará todo, y está bien porque la función de la mente es analizar y racionalizar, pero tu estómago sabe inmediatamente cuando algo está bien para ti.
Deja el análisis para tu mente y confía en tu estómago, allí se encuentra tu intuición.
Cuida de manera consciente a tus bacterias: come alimentos probióticos y prebióticos, descansa, haz ejercicio, respira profundo, disfruta del momento presente… Si cuidas tus bacterias, ellas te cuidan. Porque cuando tu microbiota es feliz, tú eres feliz y saludable; por tanto, mejores decisiones podrás hacer en tu vida ;).
Dime, ¿tienes dificultades para mantener una dieta saludable? o quizás ¿te cuesta empezar? ¿sientes que tienes una buena digestión? ¿sueles tener antojos?
Puedes responderme a bajo en comentarios o contactarme directamente, esto me ayudará a saber cómo puedo ayudarte en futuros post, y además me gustará mucho saber de ti.
Cuando tu microbiota es feliz, tú eres feliz. Clic para tuitearBe Happy y ¡Vuélvete Vigorosa Sexy Sana!
Con cariño,
Si piensas que este post puede ayudar a alguien, no dudes en compartirlo.
No dejes que nada te impida avanzar hacia tu bienestar personal.
Descubre aquí cómo puedo acompañarte.
«Inhala profundo varias veces llenando bien el estómago, exhala profundo vaciándolo al completo. Focalízate en la zona de tu ombligo. Luego, confía en tu intuición»
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