¿Cómo sentirse suficiente y merecedora?

No sentirse suficiente y merecedora es una creencia que puede limitar y dañar tu vida, tu autoestima y hasta tu salud.

Cuando sientes que no eres suficiente o merecedora de elogios, de tus logros, de crear algo significativo en el mundo, de tener éxito, de felicidad, de paz, de abundancia, de amor, de ser simplemente tú…

No eres capaz de expresarte tal cual eres y alzar tu voz. Además de, probablemente, dejar de hacer muchas cosas que te gustaría hacer, pero tienes miedo a fracasar.

No sentirte suficiente te quita poder para enfrentarte a…

Por ejemplo, a tus adicciones o malos hábitos, para cambiar de dieta y empezar a comer más saludable. Te quita poder para empezar a hacer ejercicio, para comenzar a meditar, o para mantener cualquier cosa que te propongas por mucho tiempo.

Porque para hacer cambios en una misma, hay que amarse y creer que sí se puede y te lo mereces.

Puede pasar que, si no te sientes suficiente, te vuelvas también muy exigente y autocrítica contigo misma, y te cargues con mucho que hacer, sintiendo que nunca nada es suficiente, porque tu no te sientes suficiente.

Luego, te pones metas muy altas, y vives la vida con estrés, siempre acelerada de un lado a otro haciendo muchas cosas, exigiéndote mucho y con el sentimiento continuo de no ser suficiente o merecedora. Date permiso para estar allí donde estás, sin exigirte tanto.

No sentirse suficiente es lo habitual, aunque no debería ser así.

Si sientes que no eres merecedora ahora, o lo has sentido alguna vez, es «normal», si entendemos como normal algo que se ajusta a cierta norma, o a características habituales, o corrientes que se dan en la mayoría.

Muchas personas vivimos con ese sentimiento negativo por diferentes factores: ya sea por la educación y/o trato recibido desde la infancia, o simplemente por haber nacido en una cultura y país donde está enraizado ese sentimiento ya desde generaciones.

En general, se nos presenta el mundo como un lugar de escasez donde no hay suficiente de nada. Y se nos hace creer que para vivir en él, no somos suficientes tal cual somos, y necesitamos esto y aquello para ser feliz.

Por eso, nos volvemos consumidores desde pequeños identificándonos con un montón de cosas, que en realidad, no nos complementan, sino nos distraen. Nos hacen sufrir pensando que las necesitamos y que sin todo eso no somos completos, incitándonos entonces más a buscar fuera en vez de hacia dentro.

Las mujeres sufren mucho más el sentimiento de no ser suficiente o merecedora

Debido a los estereotipos de género. Ideas o creencias arraigadas en la sociedad relacionadas con cuál debería ser el rol de los hombres y las mujeres. No tienen justificación alguna y pueden llegar a hacer mucho daño, especialmente en edades vulnerables.

Los estereotipos se caracterizan porque atribuyen actitudes, comportamientos y patrones a cada uno de los géneros. Y como han sido establecidos desde hace generaciones, son compartidos por mucha gente y, por lo tanto, forman parte del subconsciente de toda la sociedad.

Por ejemplo, a los hombres se les relaciona con cualidades como la valentía, el carácter dominante, la racionalidad, fuerza o la eficacia, entre otras. A la vez, la figura femenina se la vincula a la fragilidad, la inestabilidad, la sumisión, la dependencia, la falta de control de sí misma, la pasividad o frivolidad.

Te comparto el video «A mí también» que explica la realidad todavía hoy de muchísimas mujeres:

Así pues sentirnos que no somos lo suficientemente buenas y merecedoras puede ser nuestra lucha diaria. Pero compartirlo, como hacen en el video, también puede ser nuestra victoria.

En mi caso no fue por estereotipos de géneros, porque aunque los he vivido cuando trabajaba en el mundo empresarial, sinceramente me resbalaban. Yo ya había adoptado mi rol de guerrera. Llevaba muchos años con mi lucha interna de no sentirme suficiente por experiencias vividas en la infancia, pero no era consciente de ello.

Una parte de mi decidió que quería recorrer el mundo y vivir muchas aventuras, y lo hice, aun y arrastrar esa lucha interna.

Inconscientemente creé una personalidad fuerte, convirtiéndome en una mujer muy luchadora y emprendedora para evitar mostrarme vulnerable. Pero en lo más profundo tenía que lidiar con el sentimiento que nada de lo que hiciera era para mi suficiente, sin darme cuenta que el problema no estaba fuera sino dentro de mi.

Me marqué unos ideales personales, profesionales y sociales que más que guiarme como sería lo deseable, los “incruste” inconscientemente en mi propia personalidad haciendo de tapón, ocultando emociones u otros aspectos de mi de los que nada quería saber.

Esto me hacia sentir no aceptación, autoexigencia, perfeccionismo, exceso de superación, baja autoestima, falta de confianza, inseguridad, ansiedad, incapacidad para delegar, exceso de responsabilidad…

La vida me dio la oportunidad de poder cambiar. Y es que cuando tu no paras, la vida te para, y ¡menos mal!.

Pude romper con ese patrón y dejarlo ir. Aunque hay que ir con cuidado, y observarse para estar muy atenta y no dejar que los viejos patrones vuelvan.

Por ejemplo, cuando empecé a escribir este blog, aun y habiendo superado esa etapa, me inundaron los pensamientos de que no era lo suficientemente buena como para ponerme a escribir y compartir con los demás.

Trabajar como coach me permite ver que esta es una de las realidades internas más comunes que existen en las personas.

Cada una con su historia creada por las circunstancias y experiencias vividas, pero al final la misma historia de no ser suficiente y merecedora que se repite una y otra vez en la mente y hace que tengas miedo a no ser lo suficientemente buena como para escribir un libro, iniciar un podcast, crear un negocio próspero, aprender una habilidad realmente difícil, en definitiva… perseguir tu sueño, sea cual sea.

Esa historia acaba siendo una narración en nuestras cabezas que repetimos una y otra vez. Y buscamos evidencias para confirmarla y darle más peso. Así que cuando alguien nos dice algo remotamente crítico, lo tomamos en serio y como una prueba más de que no somos lo suficientemente buenas. O usamos las comparaciones que directamente ya nos hunden.

Nosotras podemos romper esa historia interna

Los pensamientos solo son ciertos cuando nos los creemos y les damos significado (una de las cosas que amo más de mi trabajo como Health Coach es que cuando crees que ayudas a los demás, en realidad te estás ayudando a ti misma. Te sigues recordando lo importante, para no volver a caer en esos antiguos patrones).

Si decides creerte la historia que no eres suficiente te afectará en cada parte de tu vida, y estarás constantemente tratando de demostrar tu valía. Esto a la larga no es sostenible, no te deja ser quien tu eres realmente, sino que vas en busca siempre de aprobación y temiendo al fracaso.

La historia de creer que no eres suficiente o merecedora duele profundamente.

¿Cómo puedes dejar de creer esta historia falsa y dolorosa que llega a veces a estar tan interiorizada que generalmente ni siquiera te das cuenta de que está ahí?

Deja que la historia se disuelva ya por todas.

Hay que identificar que hay detrás del sentimiento de no sentirse suficiente y merecedora. Darse cuenta de lo que te hace sentir, y de donde viene, pero no quedarte allí.

Pregúntate: «¿Cómo sería si no tuviera esta historia?»

Escribe todo lo que harías y como te sentirías si dejaras de sentirte así.

Esta fue una pregunta mágica para mí. Ya que entonces me trajo al momento presente. Pude abrirme y centrarme en el aquí y ahora y en lo bueno que hay en mí misma tal cual soy yo sin esa historia.

Al fin y al cabo esa historia de no ser suficiente ni merecedora no es real, es fruto de experiencias vividas, traumas, creencias adquiridas, estereotipos, etc… que te han hecho pensar eso de ti, pero que en realidad no te definen a no ser que tu les des poder.

Al dejar ir la historia, y estar completamente presente en este momento, eliges no dejarte llevar por esos pensamientos negativos y puedes, entonces, centrarte en tus cualidades.

Tu eliges quedarte con la historia o liberarte de ella. Si decides dejarla ir, te sentirás en paz y podrás abrir tu corazón a la belleza que hay en ti.

Escribe un mantra y repítelo a diario. Esto es algo que uso cuando reaparecen mis pensamientos de no sentirme suficiente.

Cuando estoy por ejemplo escribiendo un post y me viene a la cabeza el pensamiento «Nadie va a encontrar este post valioso, ni querer compartirme sus comentarios o compartirlo con alguien». Hace que sea mucho más difícil escribirlo.

Así que pienso en mi mantra que me creé yo misma para empezar a sentirme mejor y no tener miedo de compartir: «No expresar lo que siento con el mundo es ser egoísta» :).

Me repito esto cada vez que siento algo negativo al escribir, y automáticamente dejo de pensar en mi, y me centro en como expresarme mejor para que mi mensaje pueda llegar, aunque sea solo a una persona. Si mis palabras o experiencia pueden ayudar a alguien, ¿quién soy yo para sentirme no suficientemente buena para escribir, y por tanto actuar egoístamente al no compartirlo?

Repetir el mantra cada vez hasta creérmelo me funciona. Porque entonces me centro en el mensaje y no en mi. Eso desvanece los sentimientos negativos que puedan aparecer.

¿Cuál es el mantra que te puede funcionar a ti? Piénsalo, escríbelo y tenlo presente.

Otro paso que puedes hacer es…

Escribe tres cualidades que más agradeces sobre ti.

Desde hoy pon más atención a lo bueno que hay en ti, a sacar el máximo potencial de tus cualidades a sentirte muy agradecida y tener una actitud de respeto, cariño y gratitud hacia ti.

Sentir gratitud por todo tu ser te ayuda a desbloquear tu máximo potencial, a sentirte más completa y feliz contigo misma.

(Si ya sé, soy muy pesada con el tema de la gratitud, pero es un tema crucial que solo puedes notar sus beneficios cuando realmente lo pones en práctica diariamente).

La gratitud te ayuda a amarte más, a conectar más contigo misma y a crear más abundancia en tu vida. Cuanto más agradecida te sientes por quien eres y como eres, más sientes la energía pura de amor incondicional hacia ti misma, y ese es un ingrediente clave para manifestar abundancia y felicidad en tu vida.

No sentirse suficiente ni merecedora, y por tanto no sentirse agradecida por las cualidades que una tiene, es el primer bloqueo para poder manifestar la vida que deseas, porque recuerda todo empieza en ti.

El cambio empieza dentro de ti mediante un cambio de actitud frente la vida, pero sobretodo hacia ti.  

En general tenemos tendencia a juzgarnos, a ver nuestros defectos, fallos, debilidades, y por tanto no sentirnos suficientes.

¿Por qué no damos más valor a lo bueno que hay en nosotras?

Todas las respuestas están dentro de ti, por tanto, tomar una actitud de gratitud hacia ti misma es clave para empezar a hallar esas respuestas y sentirte más feliz y abundante.

Ya sabes a partir de hoy menos autojuicio y autocrítica y más gratitud.

Menos autojuicio y autocrítica y más gratitud. Clic para tuitear

Toma lápiz y papel, o tu diario de gratitud., y adopta una actitud positiva, amorosa y amable con la vida, pero sobretodo contigo misma. Luego, empieza por escribir tres cualidades tuyas por las cuales te sientes agradecida.

Si tienes dificultad para aceptarte a ti misma y dejas que tu voz interior te cuestione todo, y te convenza de todo lo que no eres capaz ni suficiente, puede interesarte Ámate ya >>  Aprende a usar tus fortalezas en lugar de insistir en tus debilidades.

El autoagradecimiento te ayuda a crecer y expandirte, a conocerte mejor, sentirte merecedora y amarte más. Te hace sentir que tienes todo lo que necesitas para ser feliz

Además, cuando te sientes agradecida dejas a un lado tus miedos

Dedica unos minutos cada mañana para agradecer y ser consciente de todo lo bueno que hay en tu vida, y sobretodo en ti.

Crea pensamientos e imágenes positivas de ti misma para el día que empiezas, visualízalo y mantenlo durante unos minutos. Hacer esto te traerá una sensación relajante para empezar el día contenta, consciente, conectada, calmada y con buena vibración.

Cuando estas agradecida, y creas pensamientos positivos, no te dejas llevar por tus miedos. Al contrario, tu misma te estás dando una dosis de energía y te sientes capaz de hacer eso que tanto deseas.

El sentirte no suficiente ni merecedor es una creencia muy limitante que hay que superar.

Porque sino es vivir la vida en lucha constante contra ti misma. A mi eso me acabó enfermando, y fue en ese momento que me di cuenta de ello.

Algo que es muy importante saber, es que una no es culpable de sentirse no suficiente o no merecedora, pero si de retener el sentimiento y hacerlo parte de tu personalidad.

Inconscientemente nos montamos una película, donde, o bien vamos de víctima o de guerrera en la lucha interna que nos creamos. Da igual cual papel escojas, ambos roles evitan enfrentarse a nuestros miedos más profundos, a nuestra historia pasada, a eso que te hace sentir no suficiente. Porque el enfoque de ambos está fuera y no hacia dentro.

Hay que dejar ir esa parte de víctima o guerrera y ser lo suficientemente vulnerable como para entregarte a la experiencia de vivir esos sentimientos sin juzgar, analizar, exigirte, criticarte, y con mucho amor y respeto ir soltando tu historia.

Es más «fácil» adoptar un rol que alimente ese sentimiento que enfrentarse a él.

Jugadas que nos hace la mente…por eso la importancia de estar más en contacto con nuestro cuerpo y escucharlo.

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Dime, ¿te identificas con este problema de no sentirte suficiente o merecedora?

Compartir tu experiencia o comentarios sobre este tema pueden ayudar mucho a otros. No hacerlo puede ser un acto de egoísmo ;).

Por mucho que en la televisión insistan en solo mostrarnos noticias negativas, y luego un sin fin de anuncios con productos que nos recuerdan que no somos suficientes… Tú puedes cambiar esa historia, sea cual sea la tuya, y decidir ver el mundo como un lugar abundante y donde te sientes más que suficiente tal cual eres ahora, porque simplemente lo eres.

Con cariño,

Si te ha gustado no dudes en compartir este post con alguien que crees que lo necesite leer. Puede interesarte también: Tus creencias pueden potenciar tu vida o limitarla y si todavía no lo has leído, el post Cuando tu cuerpo habla pero tu mente no escucha: Emociones bloqueadas.

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